Las empresas permanentemente buscan innovar. El lanzar nuevos productos es, sin duda, uno de los objetivos que las organizaciones persiguen dentro de sus pilares estratégicos. Esto, sin embargo, en el negocio real, no es tan fácil como parece. Varios autores concuerdan en que la innovación de productos no necesariamente se logra en el primer intento. Existen factores que marcan el éxito de los mismos y que no necesariamente se los evalúa ni se los controla a lo largo de este proceso.
Según Cooper (1999) existen ocho denominadores de éxito para el lanzamiento de nuevos productos.
Estudios y pruebas para definir el producto y justificar su necesidad en el mercado.
Construcción del producto basados en la “voz del cliente”: considerar sus inputs a lo largo de todo el proyecto.
Buscar una diferenciación en el producto; así como, un conocimiento claro de qué productos de similares características son superiores al que se pretende lanzar.
Clara definición en las fases iniciales, la identificación de un mercado potencial estable. Esto debe analizarse antes de iniciar la fase de desarrollo.
Construir un plan y recursos clave para ingresar al mercado visionado.
Armar planes que establezcan un “continuar” o “matar” el producto.
Equipos de trabajo dedicados, responsables, “multi-funcionales” con un fuerte liderazgo.
Orientación internacional, equipos internacionales y productos globales que puedan posicionarse en otros mercados.
a) Cooper también menciona que la mayoría de empresas saben qué se requiere hacer a lo largo del proceso, pero no necesariamente se enfocan en la calidad con la que se definen todos los planes de ejecución.
Surgen entonces siete razones que inhiben o son factores que ponen en riesgo la innovación de productos.
Falta de Conocimiento: En la mayoría de circunstancias, los líderes y sus equipos de proyecto, no necesariamente entienden cuál es el requerimiento para realizar el nuevo producto y lograr que éste tenga el éxito esperado.
• Solución: mantener procesos estándares y asegurar un equipo de trabajo totalmente involucrado en la implementación del producto, desde las primeras fases, e incluso desde que éste fue visionado.
Falta de Habilidades: Existen dos problemas asociados en este punto:
a) Falta de experiencia y/o educación de la gente que estará a cargo de llevar a cabo la ejecución del proyecto.
b) Tanto los gerentes de proyecto como sus equipos subestiman el alcance requerido para realizar todas las tareas.
• Solución: Entrenamiento, equipos multi-disciplinarios, preparar líderes de equipo que tengan claridad en las tareas requeridas y que puedan establecer estándares de las expectativas.
Mala Aplicación o Defecto en el Proceso del Nuevo Producto: La clave es tener en cuenta que tener un proceso no es la solución; si es necesario, evaluar los procesos, sus subprocesos, e irlos ajustando.
• Solución: Realizar una auditoría post-puesta en marcha de los últimos proyectos y analizar qué fue exitoso y qué fracasó en los mismos. Evitar la burocracia para acelerar el proceso de implementación y toma de decisiones.
Demasiada Confianza: Especialmente cuando los líderes y sus equipos son quienes han evaluado el mercado hacia dónde se lanzará el producto.
• Solución: Realizar un exhaustivo análisis de mercado, utilizando información del pasado. Soportarse solamente en algunos factores puede resultar contraproducente. Se debe aplicar el sentido común solamente cuando no existe información del mercado.
Falta de Disciplina: Ocurre principalmente cuando los líderes de equipo se limitan a dar instrucciones en lugar de involucrarse en el detalle a lo largo del proceso.
• Solución: Los líderes de equipo deben entender todos los aspectos del nuevo producto en su negocio. Deben demostrar liderazgo y asegurar el cumplimiento a lo largo del proyecto.
Decisiones Apresuradas: Si el producto es lanzado en el mercado de forma apresurada, muy probablemente generará resultados negativos.
• Solución: Reconocer la necesidad de una reducción de tiempo en todo el ciclo del proceso, pero no reducir drásticamente el tiempo si éste genera impacto directo en la calidad y en los estudios de mercado necesarios.
Muchos Proyectos y Pocos Recursos: Dan como resultado la ejecución de proyectos “no relevantes”.
• Solución: Evaluar el portafolio, buscando un adecuado balance entre “recursos-proyectos” y priorización de los mismos.
Como conclusión se puede mencionar que, enfocarse en nuevos proyectos y productos es siempre beneficioso para el crecimiento de las empresas. No obstante, es importante considerar todos los puntos enunciados anteriormente, para obtener mayores y mejores beneficios. La correcta aplicación de los mismos, conllevará a lograr un adecuado ingreso en el mercado y su permanencia en el tiempo.
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