El aparecimiento de cambios en la operación, procesos o en los proyectos de las organizaciones en general, siempre ha sido un reto, normalmente estos cambios son manejados de forma tal que terminan por imponerse; o simplemente se permite que afecten a la organización o a una parte de ella sin más, y de alguna manera su resultado se termina convirtiendo en algo como un paradigma o una costumbre, con sus consecuencias en el camino. El cambio siempre ha sido una constante, pero hoy en día es cuando más resalta y por ende hoy es cuando más se lo gestiona. Pero, ¿por qué el cambio resalta hoy más que antes?; se debe a diferentes motivos, uno de ellos como ejemplo, es la capacidad actual de generación y gestión de volúmenes altos de datos convertidos en información. Cada vez hay más posibilidades de generación de información, lo que permite a las organizaciones que aprovechan esto, que puedan hasta cierto modo predecir el comportamiento de sus productos y el del mercado, y así ser capaces de tomar decisiones más asertivas en su beneficio. Si vemos a alto nivel, el impacto del cambio en las empresas ha implicado en numerosas ocasiones una modificación de los métodos de gestión en general: en marketing, en comunicaciones, en recursos humanos, en manufactura, en tecnologías de la información (TI), etc.
Muchos de los proyectos emprendidos por las empresas, especialmente aquellos de los que no se puede predecir a ciencia cierta su resultado final, son de alta incertidumbre, es decir que el cambio va a hacer un elemento inherente en las actividades que se ejecutarán para cumplir con los resultados. El agilismo visto desde la perspectiva de la gestión en general, es una respuesta a la administración de la incertidumbre, es en principio una mentalidad que al final es concretada en metodologías, marcos de trabajo, herramientas y procesos.
Todas las iniciativas humanas al final se gestionan como proyectos, y en ese ámbito no podía ser de otra manera que esta gestión evolucione considerando el cambio como un elemento más bien positivo para la entrega iterativa de resultados con valor. La gestión ágil de proyectos es precisamente el compendio de herramientas, parámetros de situaciones y el entendimiento de las técnicas y enfoques existentes que llevan a la generación de mejores resultados, sin dejar de considerar que los equipos de trabajo toman un realce mayor al tradicional por la naturaleza misma del agilismo.
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