Descripción
El desarrollo empresarial depende en gran medida de las capacidades tecnológicas y sociales existentes en un país y en sus organizaciones (Fagerberg & Shrolec, 2008), esto impulsa la economía de la innovación, el uso y aprovechamiento de los datos, los derechos de propiedad intelectual, el fomento de la producción creativa, la promoción del capital intelectual el comercio exterior y la atracción de inversiones.
Esas capacidades tecnológicas son la base para gestionar la innovación en las empresas, como parte de la introducción de un bien, servicio, de un proceso nuevo o significativamente mejorado, o la introducción de un método de comercialización o de organización nuevo aplicado a las prácticas de negocio, a la organización del trabajo o a las relaciones externas (OCDE, 2005).